
Cuando los adolescentes se acercan a la mayoría de edad comienzan a preocuparse por su futuro. Es el momento de pedir consejos y recomendaciones sobre los estudios superiores que pueden cursar, su interés, su dificultad y su salida profesional. Sin ser el objetivo central del libro, en Sara quiere ser Economista se nos ofrece una oportunidad para aprender a orientar a nuestros hijos sobre la utilidad de una carrera. Este libro ha sido diseñado con una doble finalidad. En primer lugar, se trata de ofrecer una idea a los alumnos en la etapa pre-universitaria de lo que se estudia antes de ingresar en la universidad y decidir introducirse en el ámbito de la empresa, ya sea de forma principal, como en la licenciatura de Administración y Dirección de Empresas, ya sea de forma lateral, como en Ingenierías, Economía, Derecho, Psicología, etc. En segundo lugar, el libro va dirigido a los alumnos que ya están realizando una asignatura introductoria a los negocios. Se traza un esquema, un mapa de carreteras, en forma de preguntas, cuya finalidades es aportarles la seguridad suficiente para seguir su camino, aunque sin ofrecer respuestas definitivas, ayudándoles a plantearse preguntas. Las cuestiones que se exponen se abordan siempre en forma de pregunta: ¿qué es la empresa?, ¿por qué existe?, ¿por qué son distintas?, etc. Con ello se realiza una introducción general a la empresa, a su forma de actuar -o estrategia-, así como a las áreas funcionales, esto es, dirección, recursos humanos, producción (incluyendo la variante del servicio), marketing y finanzas.
Al inicio del libro, la autora, hablando con su sobrina, realiza una afirmación que no debe pasarse por alto: “La formación cultural siempre será útil independientemente de los estudios universitarios”. Por tanto, antes de recomendar ciencias o letras, apoyemos a nuestros hijos a que lean. Asimismo, Beatriz Junquera anima a que los estudiantes aprendan a tomar decisiones por sí solos, incluso mediante la intuición. A su vez, les aconseja meditar sobre las consecuencias de las decisiones, tomando un cuaderno, haciendo anotaciones, hablando, discutiendo y leyendo: de nuevo, leer.
Es de esa manera como en Sara quiere ser Economista ‘la tía Bea’ enseña a su sobrina qué va a aprender en la carrera de Administración de Empresas, por qué puede serle útil y qué relación tendrá lo aprendido con la práctica diaria.
Al inicio del libro, la autora, hablando con su sobrina, realiza una afirmación que no debe pasarse por alto: “La formación cultural siempre será útil independientemente de los estudios universitarios”. Por tanto, antes de recomendar ciencias o letras, apoyemos a nuestros hijos a que lean. Asimismo, Beatriz Junquera anima a que los estudiantes aprendan a tomar decisiones por sí solos, incluso mediante la intuición. A su vez, les aconseja meditar sobre las consecuencias de las decisiones, tomando un cuaderno, haciendo anotaciones, hablando, discutiendo y leyendo: de nuevo, leer.
Es de esa manera como en Sara quiere ser Economista ‘la tía Bea’ enseña a su sobrina qué va a aprender en la carrera de Administración de Empresas, por qué puede serle útil y qué relación tendrá lo aprendido con la práctica diaria.