Su pasión por la literatura, su participación en talleres y cursos de escritura y muchas horas de lectura llevaron a Carmen Menéndez a embarcarse en las letras. Empezó despacio, con relatos cortos, pero uno de ellos se le rebeló y se convirtió en novela. Es escritora, pero por encima de todo una mujer que bien podría ser la protagonista de «Mantis», Julia, elegante, apasionada, culta e independiente. Carmen Menéndez presenta hoy en Oviedo su primera novela. Lo hará a las siete de la tarde en el Club Prensa Asturiana de LA NUEVA ESPAÑA, acompañada del escritor Ricardo Menéndez Salmón y de Marta Magadán, responsable de la editorial Septem.
Carmen Menéndez, licenciada en Psicología por la Universidad Complutense, ha trabajado en el Ayuntamiento de Gijón. Hoy presenta el libro en Oviedo, su ciudad, en la que nació y vive.
-¿La portada de un libro lo dice todo?
-En este caso resume la novela.
-Resúmala usted.
-Es una historia de contradicciones, de sentimientos, de sensualidad. Intenté reflejar las contradicciones de dos generaciones de mujeres, las que vivieron los últimos años del franquismo y las jóvenes que nacieron ya en la democracia, con todo lo que conlleva pertenecer a cada una de las dos etapas.
-¿Y qué papel juegan los hombres en el libro?
-Los personajes masculinos están más desdibujados. Son más importantes las sensaciones que causan a las mujeres que su personalidad en sí misma. Por ejemplo, el pintor que aparece en el primer capítulo hace removerse a Julia. En realidad, los hombres causan más contradicciones en las mujeres que viceversa.
-¿Ha querido contar su propia historia, una historia que le gustaría haber vivido, o nada de eso?
-Para escribir de sentimientos y sensaciones, que hay mucho de eso en la novela, tienes que haberlos experimentado, aunque no sea en la situación concreta o en el contexto con que luego los trasladas a la ficción de la novela.
-Eligió la primera persona como forma narrativa.
-En este caso creo que era más interesante hacerlo de esta forma porque ofrece al lector más sensación de realismo y de que el autor está en la novela. A Julia le iba bien la primera persona.
-¿Cómo nació «Mantis»?
-Llevo muchos años escribiendo, y lo que ahora es una novela nació como un relato. Le cogí cariño a Julia, la protagonista, y seguí con ella hasta llegar a hacer este libro. Además coincidió con una época en la que tenía todo el tiempo del mundo para escribir.
-¿Es necesario tener todo el tiempo del mundo para escribir un libro?
-Es necesario tener disciplina, echarle horas y corregir mucho. También hay que leer mucho. Puedes escribir poco y leer mucho, pero nunca escribir mucho y leer poco. En este proceso a mí me encanta corregir, revisar el texto y pulirlo, darle la forma definitiva.
-¿Durante cuánto tiempo ha mantenido usted esa disciplina para escribir «Mantis»?
-He tardado alrededor de ocho meses en escribir el texto y algo más en rematarlo.
-Usted imparte talleres de escritura, ¿se puede enseñar a escribir?
-Los escritores siempre dicen que no, pero todos los pintores han ido a clases de pintura. La parte técnica de la escritura se puede enseñar. Dentro del estilo de cada persona se pueden matizar y corregir muchas cosas desde el punto de vista técnico y estilístico. No se intenta cambiar el estilo de nadie, pero sí perfeccionarlo, evitar errores. Otro aspecto muy importante es la puesta en común.