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miércoles, 24 de septiembre de 2014

De Santiago: “Hay un gran desconocimiento de todo lo que pasó en el Banco Central de Barcelona, un episodio que hasta ahora nadie trató, y pienso que será por algo”

Iván de Santiago y Marta Magadán
La cafetería Nuevo Ayala de Oviedo acogió en la tarde de ayer el “Cofee and books” con Iván de Santiago que dialogo, durante una hora, con la editora de Septem, Marta Magadán sobre su nueva novela “37 horas de mayo”.
De Santiago novela en su libro el Asalto al Banco Central de Barcelona el 23 de mayo de 1981, donde un grupo de 18 atracadores entraron en el edificio y retuvieron a más de 300 rehenes. El fin de semana del 23 y 24 de mayo de 1981, justo tres meses después de que el golpe de Estado fracasase, once personas atracaron la sede del Banco Central en la plaza de Catalunya de Barcelona. En principio, se trataba de delincuentes comunes. Dentro del banco había 600 millones de pesetas. El robo se complicó y la policía rodeó a los asaltantes, que sorprendieron al país con sus exigencias para liberar a las 263 personas que habían tomado como rehenes dentro: que todos los inculpados en el 23-F, con Antonio Tejero al frente, salieran de la cárcel y se subieran a un avión rumbo a Argentina que los distancie suficiente de la justicia española. Conforme pasaron las horas de encierro, también pidieron comida, vino, heroína y televisiones. Ese episodio extraño, que duró un angustioso día y medio, que movilizó a 1.340 agentes, y que resultó tan desconcertante como a la postre poco documentado, es el que ha investigado el Iván de Santiago  en su novela, '37 horas de mayo'.
“Se ha escrito muy poco del caso, solo dos libros, así que hay muchísimas teorías de la conspiración, hasta el punto de que tienes que dejar de leer si quieres ser objetivo. Pero, dos generaciones después, nadie sabe qué pasó en realidad”, subrayó el autor.
De Santiago expuso una duda principal que convierte la historia en atractiva y que propicia un reguero de otros pequeños interrogantes igual de sugerentes. Si los atracadores eran en verdad “poco menos que una banda de yonquis de farmacia”, que luego se hicieron pasar por ultraderechistas (según formalizó la versión oficial), ¿cómo dispusieron de una infraestructura y unos medios que pusieron en jaque a todas las fuerzas de seguridad nacionales? ¿Cómo fueron capaces los asaltantes de construir un túnel subterráneo, desde la cámara acorazada hasta las cloacas, por donde pensaban escapar? ¿Cómo organizaron un golpe de ese calibre, quién les financió? ¿Por qué comparecieron en el lugar de los hechos de inmediato el ministro de Interior y el jefe de la Guardia Civil? Y, por encima de todo, ¿por qué José Juan Martínez Gómez, alias 'El Rubio', un electricista almeriense que entonces contaba 25 años y que lideró el atraco, entró en la comisaría asegurando que les habían contratado para robar los papeles secretos del 23-F, supuestamente depositados en el banco, y salió después rumbo a la trena sosteniendo que su botín real era la millonada custodiada en la caja fuerte?
El acto comenzó pasadas las ocho y media de la tarde ante una cafetería que se quedo pequeña ante el numeroso público que se dio cita. Entre los asistentes numerosas caras conocidas de la sociedad ovetense, entre otros, el exconsejero de hacienda del Principado, Antonio Checa; los concejales Gerardo Antuña y Roberto Sánchez Ramos; exconcejales como Carlos Fernández Llaneza; la periodista Carmen Casal; escritores, representantes de la Universidad y del mundo de la empresa… Al final del acto, De Santiago firmo numerosos ejemplares de su novela.

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